Life’s a Brick

Suelo jactarme de mis capacidades de memoria… Rara vez me falla, sin embargo, al momento de escribir este artículo tengo dudas sobre si el primer hecho narrado ocurrió a finales de 2004 o a finales de 2008, las fechas de mis últimas dos visitas a Estados Unidos. De cualquier forma, asumiendo que fue en el 2004, esto va así:

Eran mis vacaciones dicembrinas del año 2004. Me fui un día después de Navidad y pasé el año nuevo saliendo del parqueo de Universal Studios en Orlando, Florida, donde se presentaba David Lee Roth o Sammy Haggar (no recuerdo cual vocalista de Van Halen). Recuerdo que al día siguiente me encontraba en el aeropuerto, armando un set de Lego que había comprado a mis 13 años, y algo dentro de mí sentía pena; pena de que la caja del juguete dijera de 6-12 años, aunque ustedes saben, eso es solo una sugerencia. El artículo era un set de Orient Expedition, la última de las aventuras de Johnny Thunder y el cual compré porque además de encontrarse en oferta, traía un elefante de Lego, el cual me pareció muy simpático, a pesar que hoy en día mi hermano dice que “eso ya no es Lego”. Por más que hubiese leído que Josteein Gardner considerará al Lego como el mejor juguete del mundo en El Mundo de Sofía, comparándolo con los átomos que componen toda la materia en existencia, la verdad es que yo a pesar de estar de acuerdo con Jostein Gardner, puede que no lo recordara, o tal vez me daba pena, o a lo mejor pensaba que sí, pero que los juguetes son solo para niños. Tanto así, que al llega a mi casa, no pasó mucho tiempo para que el elefante como su mahmu, el simpático Baloo pasasense a una de las dos cajas repletas de Lego de mi infancia, que un día estarán destinadas a pasar ya sea a mis hijos o mis sobrinos, o quien sabe, tal vez a traves de ella aprendan el valor de compartir.

Es aquí cuando entra en juego la película de Lego, la cual salió a principios de este año y hasta la fecha sigue siendo la película más taquillera del 2014. A mi hermano (mayor) pareció emocionarle más que a mí, pues la verdad pensé que corría el riesgo de ser un comercial de una hora. La fui a ver con prejuicios en la mente, pero la verdad me divirtió mucho las aventuras de Emmet, Batman y sobre todo, el mensaje de la película que espero no spoilear para quienes no la hayan visto. No hay duda de que la película es buena, pero probablemente afectó más a audiencia como mi hermano o mi persona, cuyas infancias están permanentemente ligadas a bloques de plásticos provenientes de Dinamarca. Tal vez sea el hecho que veo a mi hermano una vez cada 2 o 3 meses, y por 1 o 2 días eso es, pero ese fin de semana volvimos a ser niños. No fue el juego de Lego Indiana JonColección figurillas de Legoes que mi hermano descargó para su PSP hackeado, ni siquiera el día que mi hermano compró un set muy barato en el que venía un guerrero con un set de armas, a lo único a que me queda echarle la culpa es a Lego Movie. Por esta razón, es que desde que salió la película ya tenemos más de 25 figuritas
coleccionables que aparecen en sobresitos secretos, y por la que estuvimos esperando no solo el capítulo enter de Brick Like Me de Los Simpsons, sino que también esperamos tener las figurrillas coleccionables (sí, que el Lego sea de Los Simpsons nos hace sentir más adultos). A quien le interese, tengo un par repetidas por si quieren
cambiar.

Por otro lado, lo que en realidad me motivó a escribir este artículo, es que el mes pasado, una conocida tienda de la capital decidió poner sus Lego a mitad de precio, y pues nos dio la excusa necesaria para gastar 600 lps (precio original 1,200 lps) en un set que fuera más grande y que trajera más piezas. Tanto mi hermano en San Pedro Sula, como yo en la capital, visitamos la tienda para comprar un set grande, y salimos únicamente con nuevos sobres de figurillas, pues era muy difícil escoger. Finalmente, con ayuda de mi papá, con quién también terminé armando el set, compramos un set de transporte de excavadora, en el que el capataz se parece mucho a Walter White, pues ustedes saben, Breaking Bad si que es de adultos.

Mi padre y yo armando el set de Lego de la mina.

Bueno, debo decir que me divertí mucho armando el set, y aunque mi imaginación (y no tanto así, sino más bien mi tiempo), no den para nuevas aventuras locas para mis figurillas de Lego, la experiencia me ayudó a no tenerle pena a ser un niño de vez en cuando, y tomarse una tarde de domingo para armar una excavadora en familia. No lo duden, sin duda que estas figurillas son el mejor juguete del mundo, para niños como para adultos (les acepto un set de Lego por una consola de videojuegos cualquier día de la semana. Set de los grandes eso sí XD).